Alfonso André. Su afición por golpear las cosas comenzó temprano. Su hermana lo indujo a la música, concretamente a la batería, sin saber que forjaría una de las carreras mas prolíficas y brillantes de la escena continental. Tras décadas de entregarse a la bataca para extraerle una musica nueva, su historia personal le pidió entregar cuentas. Por ello, en el contexto del año 2011 -que marco el regreso de Caifanes a los escenarios a través del Vive Latino 12 y del festival Coachella- Alfonso no solo visito su pasado. Miro hacia adelante. A inicios del 2011 volvió a sumergirse en su estudio -el Submarino del Aire- para producir su primer CD al lado de un puñado de cómplices musicales.
ALFONSO ANDRÉ
Alfonso comenzó su carrera a mediados de los 80s al lado de Alejandro Marcovich (guitarra / voz) y Saúl Hernández (bajo / voz) en ese sueño breve pero intenso que conocimos como Las Insólitas Imágenes de Aurora, una flor extraña para épocas en que el rock aún pertenecía al inframundo subterráneo. Sin embargo, esa es la semilla con que crecerían arboles cuyas ramificaciones nos siguen acariciando el oído: Caifanes, Jaguares y la Barranca son indisolubles al álbum sónico de una generación que logro, a través de discos y conciertos, una forma real de escuchar la vida.
Así le dio vida a Cerro del Aire, su primer disco como solista que le otorgo la posibilidad de dejar el banco de la batería para tomar un lugar que le pertenece en forma natural: el micrófono, el centro de una banda. Así, el toque de los tambores se transportó también a su muy personal visión del canto. Luego de una gira por las principales ciudades del país para acercar a los oídos de su publico el resultado luminoso de Cerro del Aire, a mediados del 2014 regreso al estudio para diseñar Mar Rojo, su segunda placa con la consolidada presencia como solista.
Mar Rojo ha sido considerado por la crítica -al igual que le ocurrió a Cerro del Aire en su momento- como uno de los discos más importantes del 2015 en materia de rock en español. Su presentación oficial se realizo con tres funciones exitosas en el Teatro Milán de la ciudad de México y, desde entonces, André continúa girando por todo México mostrando su crecimiento como frontman. En este mar el artista se acerca de forma mucho más personal a sus sueños, obsesiones y a los sonidos que le interesa generar: estamos ante una obra que habla de la posibilidad de volar y caer; de enfrentar el miedo, de mirar el amor, la soledad y lo liviano desde una perspectiva oscura y profunda.
En este 2020, a la par de continuar con su histórica carrera al lado de Caifanes, André se presenta en distintos escenarios del país con su trabajo solista u homenajeando al gran David Bowie al lado de un grupo de talentosos colegas que también admiran el trabajo del gran compositor recientemente fallecido.
André navega con seguridad las aguas de un mar que define -como una fotografía- sus nuevas inclinaciones estéticas.